Cuando la armada chilena podía hundir a la norteamericana – Parte 1

En las fases finales de la Guerra del Pacífico en 1881, Perú ya había sido derrotado y ocupado por las fuerzas chilenas. Chile planeaba anexar Arica y Tarapacá. Pero el actuar del ministro norteamericano en Perú, Stephen Hulburt, hizo cambiar el foco de interés.

En carta enviada el 25 de agosto de 1881 Hulburt, informó al Almirante Patricio Lynch, comandante de las fuerzas de ocupación, que los Estados Unidos no aceptarían que Chile desmembrara a la nación recién derrotada. Hulburt había logrado además que los EEUU reconocieran a García Calderón como el presidente legítimo del Perú. Posteriormente, Hulburt negoció con Calderón la concesión del puerto de Chimbote para la marina americana a cambio de mantener la presión diplomática sobre Chile para no anexarse territorios peruanos.

La repuesta de Lynch no se hizo esperar, el 6 de noviembre ordenó arrestar a García Calderón y al día siguiente lo subió a bordo de un barco con destino a Chile. Como acto de cortesía Lynch envió un oficial a informar al contraalmirante Balch, jefe de la marina estadounidense estacionada en Perú, de lo acontecido y sus planes de llevarse arrestado a Calderón1,2,3.

La respuesta del Secretario de Estado americano, James G. Blaine, fue enviar a su hijo y otro ministro en una misión diplomática a Chile con la orden de romper relaciones diplomáticas con Chile si determinaban que la nación del sur había arrestado a García Calderón con el ánimo de “insultar” a los EEUU. La intención era amenazar a Chile con guerra si esta nación desmembraba al Perú4.

Durante las primeras semanas de diciembre de 1881 la marina norteamericana consideraba inevitable una guerra con Chile5. El problema de tal enfrentamiento era que, el Cochrane y Blanco Encalada, los dos acorazados chilenos, podían hundir toda la flota americana sin sufrir daño alguno.

¿Cómo fue posible que Chile, una nación de tercer rango, pudiera tener una flota más poderosa que la estadounidense en 1881?, ¿Qué impulsaba al secretario norteamericano a amenazar con guerra a sabiendas de que su flota podía ser enviada al fondo del océano por los acorazados chilenos?

“The Old Navy”, objetivos y medios

Explica Kenneth J. Hagan en ‘American Gunboat Diplomacy‘ que los EEUU tenían dos objetivos primarios en tener una armada que pudiera llegar a todas las costas del mundo.

  • Velar por por el buen trato de la marina mercante norteamericana en puertos extranjeros
  • Proteger a sus connacionales y su propiedad que se encontraran un una zona de conflicto

EEUU tenían bases navales repartidas en diversas partes del mundo, según Emilio Meneses Ciuffardi en su libro ‘El factor naval en las relaciones entre Chile y los Estados Unidos (1887-1951)’, tenían bases en el Caribe, el Atlántico Sur, el Lejano Oriente, Africa, el Mediterráneo y el Pacífico central6. Poseían además la capacidad de fabricar sus propios cruceros con capacidad interoceánica.

Finalizada la guerra civil entre los estados de la Unión y los Confederados del sur, la marina norteamericana vivió un periodo de fuerte decadencia, reduciendo el número de barcos de combate con capacidad para alta mar. Aún cuando retuvieron la capacidad de producir sus propias naves, eran anticuados para los estándares de 1870-1880.

Según ‘Conway’s All The world’s fighting ships 1860-1905’ su flota estaba compuesta de: fragatas ligeras, monitores de defensa costera, fragatas de acoso de la clase Wampanoag (commerce raiders) y cruceros de la clase Alaska y Trenton. Salvo sus monitores, toda su flota era de madera. Sus monitores, aunque de hierro, no tenían real capacidad para navegar en alta mar.

El crucero más poderoso a su disposición era el Trenton, hecho de madera, con 3.900 toneladas de peso, 12.6 nudos de velocidad, 10 cañones de ánima lisa y carga frontal de 8 pulgadas, posteriormente fue aumentado a 11 pulgadas7.

Pese a su denigrante estado, la clase política norteamericana la veía como un instrumento clave para su política internacional. Tal política la llevó a realizar misiones militares el Liberia, Congo, la costa del Mediterráneo, Japón, Panamá, entre otros.

La marina chilena, hija del trauma

Meneses Ciuffardi explica cómo la armada chilena fue una herramienta fundamental para proteger la integridad territorial del país y evitar a toda costa el surgimiento de alguna potencia local que pudiera amenazar a Chile. Pero, a diferencia de los EEUU, no había una tradición o interés en tener bases navales en ultramar.

Entre 1865 y 1866 Chile se involucró en una guerra contra España, apoyando al Perú. Meneses sostiene que el bombardeo de Valparaíso en marzo de 1866 por la marina española tuvo un efecto traumático en la clase política chilena y además generó una fuerte desconfianza de los EEUU. Durante la guerra el gobierno norteamericano había requisado el Meteor, buque corsario adquirido por Chile en Nueva York. A mediados de marzo de 1866 estaban aún en la bahía de Valparaíso las flotas británicas y americanas, el 27 del mismo mes el gobierno inglés ordena a sus navíos no interferir. Posteriormente, pese a toda la presión diplomática, el comandante norteamericano decide no detener el bombardeo.

‘A las ocho de la mañana del 31 de marzo de 1866, la flota estadounidense salía de la bahía. Una hora más tarde los buques españoles abrían fuego sobre Valparaíso. El bombardeo duraría hasta el mediodía’8

La actitud norteamericana durante la guerra contra España (1865-1866) causó en Chile una tremenda desilusión de la doctrina Monroe, la opinión pública chilena percibió a los EEUU como una nación pusilánime que no hacía valer sus principios. Por su parte la clase política chilena aprendió la lección que no se puede confiar la defensa nacional a la bondad de las potencias extranjeras. Solo un ejército profesional y una marina poderosa podían defender los intereses de Chile.

Bajo la dirección del Presidente Errázuriz la marina chilena fue reorganizada y expandida. Entre sus logros estuvo la construcción de dos poderosos buques acorazados en la naviera Earl en Inglaterra: el Almirante Cochrane y el Valparaíso, posteriormente rebautizado Blanco Encalada9.

Para ser justos con la aparente cobardía de los Estados Unidos durante la guerra contra España, el acorazado español Numancia, con 7.189 toneladas de desplazamiento, ocho cañones estriados de 10 pulgadas, 5,5 pulgadas de armadura y 10 nudos de velocidad 10, podía hundir sin ayuda a toda la marina americana y haber bombardeado a placer cualquiera de sus puertos. A diferencia del gobierno chileno en 1865, los estadounidenses hicieron un análisis frío y sobrio sobre enfrentar o no a España.

Una nueva potencia regional

Blindado Almirante Cochrane- Biblioteca nacionalAcorazado Cochrane. Fuente Biblioteca Nacional

Cuando estalla la Guerra de Pacífico en 1879, todos los círculos militares y políticos en los EEUU y Europa daban por ganador a la coalición peruano-boliviana. Pero una serie de espectaculares victorias navales terminaron dando vuelta el tablero, permitiendo a Chile anexarse amplios territorios de sus vecinos.

Explica Hugh Lyon en Conway’s:

‘En su uso de bloqueos y operaciones anfibias Chile demostró las virtudes clásicas del poder naval, pero fueron una serie de pequeños pero espectaculares combates entre navíos, incluyendo la destrucción del ‘Independencia’ y la captura del ‘Huáscar’ los que capturaron la imaginación del público’11

Perú, por su parte, comete exactamente el mismo error que Chile cometió en 1866: depositar sus esperanzas de evitar una derrota total en la intervención diplomática y militar de los Estados Unidos. Aparentemente la elite peruana estaba confiada en la actitud del canciller americano, James G. Blaine, y sus ministros en Perú: Isaac Christiancy y posteriormente Stephen Hulburt, quienes tomaron abierto partido por Perú. En las negociaciones a bordo del crucero americano Lackawanna en octubre de 1880, Christiancy intentó detener a Chile y que no ocupara el Perú12; Hulburt luego amenazó a Lynch si Chile anexaba los territorios peruanos de Arica y Tarapaca; Blaine consideró una afrenta personal que Lynch se llevara preso a Santiago al nuevo presidente peruano.

Pero la situación en terreno no podía ser más distinta, los Estados Unidos simplemente no tenían la capacidad material para amenazar a Chile. Ninguno de sus anticuados cruceros de madera podían hacer mella a los acorazados de hierro chilenos. Menos aún mandar su ejército. Para empeorar la situación peruana, Francia e Inglaterra, las otras dos grandes potencias navales, ya se habían declarado neutrales y no intervendrían. En las relaciones internacionales el poder da el derecho, y en ese momento el gobierno chileno podía actuar a su antojo.

El Cochrane y Blanco Encalada ambos con un blindaje de hasta 9 pulgadas, 3.570 toneladas de desplazamiento, 12.75 nudos de velocidad y 6 cañones estriados de 9 pulgadas era la garantía material del poder chileno en el Pacífico sur.

Chile se hizo de las regiones de mayor relevancia económica del Perú: las zonas salitreras. Sin estas Perú se volvería una nación económicamente debilitada e incapaz de tener los recursos financieros para volver a amenazar a Chile. De acuerdo a los cálculos económicos del Maddison Project Database el PIB peruano se reduce en un 28,9% entre 1879 y 1883.

pib-chile-peruFuente datos: Maddison Project Database https://www.rug.nl/ggdc/historicaldevelopment/maddison/releases/maddison-project-database-2018?lang=en. Para el Perú se usa extrapolación de población peruana de los años 1876 y 1885. Gráfico es elaboración propia.

Conclusión

El mal manejo diplomático de los EEUU casi se transforma en un desastre naval si hubieran declarado la guerra a Chile en 1881. Pero, dado los recursos económicos de los EEUU, esta situación de superioridad material a favor de Chile no podría continuar por mucho tiempo. En un próximo artículo veremos cómo la crisis fue solucionada, por qué los diplomáticos estadounidenses actuaron de manera tan negligente y cómo tal actitud terminó perjudicando al Perú. Lo anterior con un análisis de las fuerzas dispares entre Chile y EEUU.

 


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Bibliografía

  1. [Volver] Meneses Ciuffardi, Emilio, 1989, ‘El Factor Naval entre Chile y los Estados Unidos’, Hachette, Santiago pp. 38.
  2. [Volver] Sater, William F., 2007, ‘Andean Tragedy, Fighting the Pacific War, 1879-1884 ‘. University of Nebraska Press. pp. 306.
  3. [Volver] Meneses sostiene que García Calderón se fue preso a bordo del acorazado Cochrane. Pero Sater indica, citando las memorias de García Calderón, que fue enviado a Chile en un “trasporte escuálido”. Hace más sentido desde el punto de vista económico hacer tal viaje en un bajel pequeño que en un acorazado de 3.500 toneladas.
  4. [Volver] Hagan, Kenneth J.,1973, ‘American Gunboat diplomacy and the Old Navy 1877-1889‘. Greenwood Press. Wesport. pp. 139.
  5. [Volver] Ibíd., pp. 139.
  6. [Volver] Meneses Ciuffardi, op., cit., pp. 20.
  7. [Volver] Conway’s All The world’s fighting ships 1860-1905‘. Conway’s Maritime Press. Greenwich. pp. 126.
  8. [Volver] Meneses Ciuffardi, op., cit., pp. 28-29.
  9. [Volver] Conway’s op., cit., pp. 430.
  10. [Volver] Ibíd., pp. 380.
  11. [Volver] Ibíd., pp. 420.
  12. [Volver] Meneses Ciuffardi, op., cit., pp. 32.

Fuente Foto Portada: ‘USS Pensacola’ United States Library of Congresss Prints and Photographs division

2 Comments

  1. La fuerza hace al derecho. En ese tiempo, estaba a favor de Chile. ¿Cómo lo ves ahora, Chile en relación con sus vecinos y potencias internacionales que podrían amenazarlo? Saludos

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