Una vez que cayó la bomba atómica en Hiroshima, el grueso de los oficiales en el alto mando militar japonés querían seguir peleando la guerra: “sólo deben tener una bomba atómica” sostenían.
Su plan militar era esperar la invasión americana y volver cada metro de su territorio en un martirio para el invasor, estaban dispuestos a perder 20 millones de civiles, más de un cuarto de su población, con tal de cansar la opinión pública americana y forzar a Truman a firmar la paz con Japón.
Las bajas calculadas en ambos bandos en la invasión de Japón, llamada “Downfall”, eran tan espantosas que Truman prefirió arrojar dos bombas atómicas y forzar la mano al imperio japonés. El público moderno olvida que el grueso del ejército imperial seguía intacto en Japón y China.

Sólo una vez arrojada la segunda bomba, el emperador Hirohito envió como emisarios a familiares suyos a informar diversos altos mandos japoneses que Japón se rendiría incondicionalmente. Aún así, hubo una intentona de golpe militar de un grupo de oficiales para sacar a Hirohito y seguir la guerra. Tal era el control político ejercido y la determinación de las fuerzas armadas japonesas de seguir peleando.
Arrojar dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki no fue un acto de crueldad de los americanos, ahorraron millones de vidas y acortaron la guerra quizás dos años
D.M. Giancreco. NAVAL INSTITUTE PRESS 2009, “Hell To Pay”
Eso es corecto, pero la entrada al la guerra de la union sovietico al mismo tiempo y la derota total del ejercitio Kwantung a las manos del ejercito roja era el otro factor importante para la rendicion. Los americanos al menos no eran comunistas 🙂
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