Tigres en el barro

En el primer capítulo analizamos la principal razón de la alta efectividad del tanque Tiger: sus tripulaciones expertas. En este capítulo veremos cuáles eran sus principales defectos: coste y tiempo de producción, transporte, mantenimiento y recuperación de vehículos inmovilizados.

Un monstruo caro y difícil de producir

El Tiger no era un tanque barato. Requería al menos 300 mil horas hombre para ser producido y su costo inicial era 800 mil Reichmarks, bajando hasta los 250 mil a fines de la guerra. En dinero actual sería un costo de $3,7 MM USD para bajar hasta $1,17 MM USD. Su costo era un 42% más caro que  Panther y 150% que el Sherman americano 1,2.

Su producción fue también muy poca y de alta complejidad. En agosto de 1942 comenzó con 10 unidades mensuales, para marzo de 1943 había alcanzado los 75, la producción llegó hasta los 125 por mes un año después. En total 1348 Tiger fueron producidos. A mediados de 1944 su producción comenzó a ser desfasada para favorecer al Tiger II.

Tales números palidecen con los 6 mil Panther producidos, o los 62,5 mil T-34 rusos en todas sus variantes y los 49 mil M4 Sherman americanos.

Problemas de transporte

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Entrenamiento para remolcar Tiger del barro 1943

Otra de las desventajas del Tiger era su enorme peso: 57 toneladas. Esto limitaba su paso por la mayor parte de los puentes, sobre todo en Rusia. Existen en el libro de Wilbeck relatos de diversos batallones pesados que narran desvíos de hasta 100 kilómetros para cruzar un río,  verse forzados a fabricar balsas especiales, o esperar a unidades de ingenieros para reforzar un puente, muchas veces bajo fuego enemigo.

Transportarlo en tren era otro dolor de cabeza, sus orugas de combate debían ser reemplazadas por unas más angostas.

Su radio de acción era además muy limitado: 195 kilómetros en camino y con un consumo de 540 litros de bencina. En comparación el T-34/76 podía recorrer 455 kilómetros con 490 litros de diésel 3.

Mantenimiento

Otro problema del Tiger era su enorme complejidad e infiabilidad de su motor. Sus tripulaciones tenían la recomendación de no superar los 10 km/h. Incluso algunos batallones tenían la costumbre de hacer paradas de mantenimiento cada 2 horas de viaje.

El Tiger no era apto para terreno empinado o de difícil acceso. En la campaña italiana entre Junio y Julio de 1944, con terreno montañoso, caminos estrechos, empinados y malos, los battalones pesados 504 y 508, de un total de 90, perdieron en 40 días de combate 64 Tigers. 59 fueron por fallas mecánicas. Los restantes 5 fueron dañados en combate y fueron destruidos por sus propias tripulaciones al no poder repararlos o moverlos.

Otro caso de problemas de mantenimiento ocurrió el 9 de Julio de 1944 al batallón 502 en Dünaburg (hoy Daugavlis), Lituania. En pleno verano 22 de sus tanques debieron hacer una marcha forzada de 50 kilómetros para apoyar fuerzas alemanes que estaban rodeadas. El oficial a cargo había solicitado comenzar la marcha a las 19:00, cuando tendría una menor temperatura, pero tal petición fue denegada y recibió la orden de salir a las 10:00 am, enfrentando el máximo calor. En la marcha sin detención 14 unidades sufrieron fallas mecánicas (64%), y solo 8 lograron llegar a destino a tiempo.

Un gigante caído

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Tigre siendo remolcado por 2 carros oruga

Otro problema frecuente del Tiger era su enorme peso, durante el primer año y medio en combate no contó con una unidad de apoyo que pudiera remolcarlo en caso de falla. Usualmente para rescatar a un Tiger los batallones usaban otro para remolcarlo, cosa que por reglamento estaba prohibida por los daños ocasionados al motor y transmisión. Si estaban disponibles se usaban 2 vehículos remolcadores a la vez.

Recién en Julio de 1943, con la introducción del Bergerpanther, existió una unidad de remolque con la potencia suficiente que podía mover a un Tiger sin ayuda. Este era meramente un Panther sin torreta, y gozaba del mismo motor que el Tiger.

Campos minados

El otro gran enemigo del Tiger eran las minas antitanque, a diferencia de los aliados, los alemanes no desarrollaron durante la guerra sistema antiminas alguno. La estrategia alemana usual frente a esta amenaza era simplemente dejar que el Tiger entrara en el posible campo minado, a sabiendas que este acorazado podía sobrevivir relativamente bien un impacto, con daños sólo en las orugas y sistema de suspensión, siendo reparado en poco tiempo.

Tal estrategia demostró ser un desastre para el Batallón 501 en África: El 28 de febrero de 1943 intentaron capturar posiciones defensivas británicas al sureste de Sidi Nsir, donde entraron a un campo minado, 7 Tigers fueron inmovilizados por las minas. En otra operación similar 6 Tigers fueron completamente perdidos por minas y fuego antitanque en una emboscada inglesa.

Tecnología inmadura

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Tigre abandonado en Elsdorf, 1945. Este Tiger derrotó a un M26 Pershing americano, pero fue abandonado por su tripulación cuando no pudieron sacarlo del bache. Fue el único combate registrado entre ambos tanques. Su historía se puede ver aquí.

Varias personas, al leer sobre batallas de tanques en el frente occidental durante la Segunda Guerra Mundial, se han preguntado por qué lo americanos nunca pusieron en combate algo similar al Tiger. Muchos no saben que efectivamente los americanos desarrollaron el M26 Pershing, pero este no entró en combate hasta 1945, este retraso fue debido a todos los problemas mecánicos que plagaron su desarrollo. Los americanos, a diferencia de los alemanes, no podían darse el lujo de mandar un tanque de vuelta al su país para reparaciones. Nicolas Moran, hace un excelente análisis de las razones de los americanos para mantener el Sherman y postergar el Pershing.

Los problemas de fiabilidad mecánica y enorme dificultad de recuperación por su peso implicó que el 41% de todos los Tigers destruidos fue en manos de sus propias tripulaciones para no caer en manos enemigas. Desde el punto de vista económico, el antitanque Stug III G, era mucho más efectivo que el Tiger.

A medida que avanzaba la guerra cada vez más Tigers debían ser destruidos por los alemanes, era factible recuperar un vehículo inmovilizado mientras las propias fuerzas estaban en la ofensiva, pero era algo imposible de hacer mientras el enemigo era quien tenía la iniciativa y atacaba.

Un guerrero competente hasta el final

Pese a todos estos problemas y con la introducción de armamento cada vez más poderoso por partes de las fuerzas americanas, inglesas y soviéticas, el Tiger siguió siendo un tanque competente y extremadamente peligroso hasta el final de la guerra, como indica Wilbeck en su libro. Después del desastre sufrido por el ejército alemán en manos rusas en la operación BAGRATION en Julio de 1944, unidades del batallón 502 pudieron detener el avance ruso en Dünaburg.

El avance soviético en la orilla norte del Düna el 21 de julio de 1944 obligó al batallón a centrar sus esfuerzos en el norte. Recibieron la siguiente misión del II Cuerpo: cruzar a la orilla norte del Düna con todos los Tigres listos para la operación y, utilizando la carretera Dünaburg-Isvalta, llegar al puesto de mando de la 290va División de Infantería en Ohmelnickaja tan pronto como fuera posible. […]El batallón fue advertido además de que era de esperarse contacto enemigo a lo largo de la ruta a Ochmelnickaja. El batallón avanzó a lo largo de la ruta designada en al menos tres columnas. Durante el movimiento, recibieron información que aproximadamente 20 tanques soviéticos habían penetrado al oeste de la nueva línea defensiva. La 2da Compañía, bajo el mando del teniente Carius, regresó a Dünaburg para proteger la carretera principal al norte de esa ciudad.

 En la pequeña ciudad de Malinava, Carius y otro Tiger encontraron 20 T-34 y JS-II. Sin perder ni un Tiger, estos dos tanques destruyeron 17 de los tanques soviéticos. Esta acción detuvo efectivamente el ataque ruso en Dünaburg, al menos por un día.

Otro importante avance soviético se produjo en el lado norte del río Düna el 23 de julio de 1944. Al día siguiente se dedicó a mover grupos de tigres para interceptar las formaciones blindadas soviéticas para bloquear sus movimientos a Dünaburg, principalmente a lo largo de las carreteras principales. El área alrededor de Krivani fue el escenario de otra gran derrota de las fuerzas soviéticas. Esta vez, el teniente Nienstedt, con seis Tigres, defendió la ciudad. Nienstedt pudo iniciar un tiroteo entre sus Tigers y los tanques enemigos que se habían abierto paso. Fue capaz de destruir 17 de los 20 tanques atacantes, entre ellos 2 cañones de asalto. Él mismo eliminó 10 tanques enemigos con su Tiger. Usando sus 6 Tigers, realizó un contraataque junto con el 44vo Batallón de Ingenieros. Por la noche, las antiguas posiciones fueron recuperadas

 Al día siguiente, 25 de julio, fue el turno para distinguirse del teniente Eichhorn de la tercera compañía. Dirigió un ataque contra una unidad de tanques soviéticos que se preparaba para atacar a lo largo de la carretera Dünaburg-Kreutzberg (Krustpils). Esta unidad, que probablemente constaba de cinco Tigers destruyó 16 tanques pesados JS-II en diez minutos a corta distancia, sin perder Tigers. El 26 de julio de 1944, el teniente Eichhorn apoyó a un regimiento de infantería en un ataque contra posiciones soviéticas en la misma área. Aunque su fuerza de cuatro Tigers logró destruir 12 T-34, un SU-122 y diez cañones antitanques, los atacantes se vieron obligados a retirarse, con la infantería retrocediendo hacia el lado oeste del río Düna. También, dos de los cuatro Tigers fueron totalmente destruidos y los otros dos sufrieron graves daños.

Conclusión

Desde el punto de vista del combate individual el Tiger fue un tanque excelente hasta el final de la guerra. Pero un análisis detallado de sus costos económicos y problemas logísticos revela sus severas falencias. La SGM fue el epitome de una guerra industrial, donde las naciones que podían producir más y más rápido terminaron ganando. El tercer Reich pudo conquistar Europa con los Panzers II y III, pero no fue capaz de defender lo ganado con el Tiger y el Panther.

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Fuentes

  1. [Volver] Panther: 176 mil Reichsmarks ($800 mil USD actuales), Sherman aprox $550 mil USD de hoy
  2. [Volver] Los costos alemanes deben tomarse con un poco de sal, no olvidemos que estos valores consideran un papel moneda manipulado por la dictadura Nazi, en tiempos de guerra y en parte con mano de obra esclava. Probablemente el costo real era muy superior
  3. [Volver] Los alemanes no fueron capaces de desarrollar motores diésel para sus tanques.

El título del artículo está inspirado en las memorias del as de Panzers Otto Carius.

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