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Las tropas rusas están entrando ahora en Kiev, y el mundo mira conteniendo el aliento. Pero hay algo que no cuadra.
La agresividad militar y diplomática rusa es nueva y no tiene antecedentes. Personalmente pensé que la movida militar rusa era para cimentar el reconocimiento de las regiones independentistas en Luhansk y Donetsk. Poniendo fin al asunto.
Pero hay algo distinto en el lenguaje de Putin, quien señaló sin pudor que Ucrania no tiene derecho a existir, para luego amenazar abiertamente a Suecia y Finlandia lo que sucedería si ambos países se unieran a la OTAN.
También llama la atención los llamados a la moderación del gobierno chino. Aún más sorprendente su voto de condena a Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU. Eso no tiene antecedentes.
Una posible explicación al tan extraño comportamiento de ambas potencias es que firmaron un tratado secreto de defensa. Donde una nación debe apoyar militarmente a la otra si es agredida. Pero el poder de ambas naciones es demasiado asimétrico. Rusia es el aliado débil. Para explicar la dinámica de tal tipo de alianza necesitamos usar un ejemplo histórico.
El pacto secreto de Perú y Bolivia
En el año 1874, Chile se encontraba en una crisis fronteriza con Argentina, la segunda nación aparentemente aspiraba a reinstaurar el Virreinato de la Plata y conquistar los territorios en la Patagonia controlados por la primera. Debido a eso Chile decidió comprar los acorazados Cochrane y Blanco Encalada, que la convirtieron en la mayor potencia marina en todo el continente americano, superando incluso a los EE.UU. en poder naval.
Debido a esta compra Perú hizo acercamientos con Bolivia y Argentina para firmar un pacto secreto de asistencia mutua. Argentina se negó a firmar tal tratado, pero Bolivia se unió a la alianza.
Pese a su poderosa armada, Chile después mostró una fuerte debilidad diplomática con Argentina. Cediendo en gran parte a las exigencias de Buenos Aires. Según el historiador William Sater, esta debilidad impulso al dictador boliviano, Hilarión Daza, a ignorar los tratados firmados con Chile y subir los impuestos a las empresas chilenas instaladas en Antofagasta, ciudad del territorio costero boliviano.
Daza se sentía respaldado por el pacto secreto con Perú. Pero no contó que el presidente chileno, Anibal Pinto, estaba con la opinión pública en contra por haber cedido con Argentina y no aceptarían que cediera de nuevo frente a Bolivia, poniendo en peligro su reelección. Adicionalmente Chile ya sabía del tratado secreto. El presidente peruano, Mariano Prado, tenía también enormes presiones internas y temía perder el poder si no cumplía el tratado firmado con Bolivia. Perú no podía verse débil en un momento tan crucial y la nueva agresividad de su aliado lo arrastró a la guerra con Chile1.
Para comprender el futuro, hay que conocer el pasado
El empuje ideológico por “diversidad” se interpreta a todas luces como debilidad
La momentánea pérdida de la disuasión chilena por su mal manejo diplomático y la excesiva confianza de Bolivia nos puede servir de base para entender qué está sucediendo hoy en la arena internacional. La OTAN ha perdido gran parte de su capacidad disuasiva en las últimas dos décadas, mientras que la capacidad militar de China y Rusia ha aumentado.
Rusia fue probando de a poco sus límites en los conflictos en Georgia el año 2008 y en Crimea el 2014. Pero nueva asertividad militar y diplomática rusa no tiene precedentes, tampoco las condenas publicas chinas. Una explicación probable es la existencia de un tratado militar secreto, donde Rusia es el partner débil de la alianza y se siente protegido por China.
La condena de China contra Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU y sus llamados a dialogar con Ucrania pueden indicar que Beijing no esperaba que Moscú fuera tan agresiva y tiene ahora miedo que invoque su tratado secreto si es atacada por la OTAN. Apuesto que Xi jamás se atrevería a mostrarse débil y renegar de tal pacto una vez invocado.
Si mi hipótesis es correcta, la situación mundial es aún más peligrosa de lo que creemos.
Sólo los muertos han visto el fin de las guerras.
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Bibliografía
- [Volver] – Sater, William, ‘Andean Tragedy, Fighting the Pacific War, 1879-1884 ‘, University of Nebraska Press, pp. 37-43
Fuente foto de portada: Foreign Policy