Durante la SGM, las tripulaciones estadounidenses de bombarderos de B-17 exageraban entre 5 y 15 veces el número de cazas alemanes derribados.
Un ejemplo de esto sucedió el 21 de mayo de 1943, cuando 123 B-17 de la Octava Fuerza Aérea atacaron los búnkeres de submarinos en Wilhemshafen y Emden. Fueron interceptados por varios grupos de caza. Los artilleros reclamaron haber derribado 31 aviones enemigos. 11 de ellos fueron reclamados por los artilleros de un B-17 en particular. En realidad, la Luftwaffe solo reportó 2 cazas destruidos en ese combate1.
Esta exageración se puede deber a varios factores:
- Varios artilleros disparándole al mismo caza enemigo
- Confundir un avión dañado y que “está cayendo”, como efectivamente derribado.
- Confusión y adrenalina durante una situación de estrés
Tales reclamos de derribos hacía difícil a los aliados el calcular los daños reales sufridos por la Luftwaffe.
Los pilotos de caza, en ambos bandos, sufrían un problema similar, pero a un menor nivel. Que veremos más adelante.
Suscríbete por correo para leer nuevos artículos. Link al final de la página.
¡Sígueme también en Twitter x.com/HoplitaPluma! ¡Sí te ha gustado este artículo te invito a compartirlo en tus redes sociales!
Bibliografía
- [Volver] – Smith, J, Creek, E, 2011, ‘Focke-Wulf Fw190 Vol. 1 1938-1943′, Crécy Publishing, p. 279
Discover more from Pluma Hoplita
Subscribe to get the latest posts sent to your email.