1892-1902 Chile al borde del abismo

Crucero Esmeralda 1884

Nota del autor. Este artículo fue subido originalmente como una publicación en Twitter el 25.06.20251. Pese a que algunos puntos están desactualizados por el avance de las investigaciones, he dedicido publicarlo sin modificaciones.

Entre 1898 y 1902 Chile estuvo al borde del abismo. Ha sido, hasta hoy, el momento de mayor riesgo estratégico para la nación. Nos íbamos a enfrentar en guerra contra Argentina, nación ya cuatro veces más rica y con el doble de población. Para peor, el Perú y Bolivia se unirían inmediatamente a su bando.

Orígenes del conflicto

La clase política argentina sentía que su nación debía ser la potencia predominante de Sudamérica. Y también pensaba que podía interferir en los asuntos de las naciones de la cuenca del Pacífico. Por lo mismo, quería definir las fronteras en la Patagonia a su antojo y por la fuerza. El conflicto por la Patagonia databa desde 1870. En tal década Argentina incluso reclamaba el Estrecho de Magallanes. Perú y Bolivia, aún con cuentas pendientes desde 1883, se iban a sumar al bando enemigo. Lo que los analistas gustan de llamar “Hipótesis vecinal 3”

Aprovechando la tensión entre Chile y Argentina durante la década de 1870, Bolivia intentó estatizar las empresas chilenas salitreras en Antofagasta. Como escribí en un artículo anterior, el pacto Fierro-Sarraeta en 1878 pudo poner el problema en hielo y dejó a Chile con manos libres para combatir al Perú y Bolivia en 18792. Aunque Argentina consideró sumarse al bando aliado, la rápida victoria chilena desbarató tales planes.

Finalizada la guerra en 1883 Chile arrastró los pies para resolver el tema limítrofe, para gran molestia de Argentina. Pero después la guerra civil de 1891, fue Argentina quien retrasaba el proyecto. Su perito, Francisco Moreno, de carácter insufrible, buscaba cualquier excusa para llegar a un acuerdo.

La postura Argentina, según indicó el ministro chileno, Walker Martínez3, el Buenos Aires en 1898 era:

  1. Demorar la demarcación territorial
  2. Eludir el arbitraje a cualquier precio
  3. Ocupar la Puna antes que las comisiones fijaran la frontera
  4. Apurar su programa de rearme

Argentina, como ya mencionamos, era ya cuatro veces más rica que Chile y seguía creciendo. Solo tenía que sentarse a esperar para pasarle por encima a Chile. No quería correr el riesgo de ir a un arbitraje que considerase válida la política de División de las Aguas inicialmente acordada. Esta situación no era aceptable para Chile.

Chile amenaza con la guerra

Presidente Errazuriz Echaurren
Fuente foto: href=”https://en.wikipedia.org/wiki/Federico_Errázuriz_Echaurren”>Wikipedia

El poder militar chileno era enorme. Levantar a 100 mil hombres en armas4, un 7% de la población masculina; y la quinta armada del mundo en tonelaje (si incluimos los dos acorazados en construcción en Inglaterra en 1902) era militarmente impresionante5. Pero financieramente inviable para un país tan pobre y pequeño como Chile. Estábamos económicamente al borde de la quiebra, con el crédito internacional cortado6.

Pese al rearmamento chileno, Argentina no concilió la capacidad de sus fuerzas armadas con su retórica anti-chilena.

Sostiene Barros Van Buren que para 1898, el grueso de la población había dejado el anti chilenismo del 1878. Solo parte de la clase política y las FF. AA. tenían tendencias anti-chilenas7. Al otro lado de los Andes, el grueso del pueblo en Chile quería ir a la guerra, así como también la clase política, el Ejército y la Marina. Las FF. AA. chilenas estaban organizadas y listas para el conflicto. Sólo el presidente Errázuriz Echaurren se opuso y logró en septiembre de 1898 asentar las bases para la paz.

Finalmente, el 19 de septiembre de 1898, el canciller Latorre amenazó con guerra al ministro argentino Piñero, si Argentina no aceptaba un arbitraje para definir las fronteras pendientes8. El gobierno argentino aceptó el ultimátum dos días después. Se dieron cuenta en el último minuto que su ejército no estaba preparado para la guerra y que sus dos acorazados encargados en Italia no llegarían a tiempo.

El problema de ganar la paz

Fuente foto: wikipedia

Errázuriz comprendió que, aun cuando ganáramos la guerra, podríamos perder la paz9. En 1879 Chile capturó la mayor fuente de ingresos del Perú y Bolivia a los pocos meses de comenzada la guerra. Pero la fuente de riqueza argentina, la pampa húmeda, estaba fuera del alcance estratégico de Chile. No podía ser destruida ni ocupada permanentemente.

Para empeorar las cosas, la principal ruta marítima económica de Chile pasaba frente a aguas argentinas, ¿qué tal viable era controlarlas de manera permanente? No había forma de asegurar la supremacía chilena sobre Argentina, incluso si quemásemos Buenos Aires.

Lograr volver a inflamar movimientos independentistas de regiones como Entre Ríos tampoco era realista. No hay nada más cohesionador para un país que una amenaza externa.

Lecciones de la Guerra del Pacífico

Otro problema de ganar la guerra, incluso contra 3 vecinos, era el rencor que generaría en el derrotado. Si el Perú y Bolivia aún no olvidan la guerra de 1879, ¿qué hace pensar que Argentina olvidaría una derrota? Para empeorar las cosas, el riesgo de sufrir una intervención de alguna gran potencia era grande. En cuanto los EEUU terminaran su conflicto con España, podían ponernos en la mira. Esta vez su marina era la superior, no como en 1881.

Sostenía Errázuriz que los 2.5 millones de inmigrantes recién llegados no eran un problema, ya que no se sentían argentinos. Pero si lo serían sus descendientes, ellos tomarían las armas por la Argentina en el futuro.

La perspectiva Argentina

Argentina miraba con mucha desconfianza el poderío militar chileno y consideraba a su vecino una “potencia expansionista”. Irónicamente, fue la misma actitud argentina desde 1870 la que impulsó a Chile a armarse. Muchos en la clase política argentina reclamaban el Estrecho de Magallanes y Punta Arenas como propio durante la década del 1870. Tal posición fue uno de los factores que empujaron a Chile a adquirir los acorazados Cochrane y Blanco Encalada en 1871, decisión tomada en la primera junta de ministros del gobierno de Errázuriz Zañartu.

El gobierno de Buenos Aires tenía a su vez más problemas de los que creía. En 1898 las maniobras militares en Uspallata demostraron las fuertes falencias del ejército10, 11. En el lado civil la cosa no era mejor, no había garantías que los 2.5 millones de recién llegados inmigrantes italianos y españoles pelearían contra las fuerzas chilenas, de hecho cientos de italianos huyeron a Uruguay. Argentina alimentó por 20 años el monstruo de la guerra en Chile. Ahora tal animal estaba golpeando su puerta.

Una salida honrosa


El abrazo del Estrecho. Fuente foto: Wikimedia.org

Pero el animal que golpeó la puerta fue Errázuriz Echaurren, quien en el mismo ultimátum daba una salida honrosa: aceptar el arbitraje. El presidente Uriburu aceptó el ultimátum, pero exigió dejar fuera del arbitraje la Puna de Atacama. Errázuriz concedió su petición. Pocos meses después se dió el famoso abrazo del estrecho.

Si bien la crisis se puso de nuevo en caliente con el paso de los meses, la corona Británica se dió prisa en entregar su laudo arbitral. El cual no falló en términos jurídicos, sino políticos. Entregando a Chile un 60% de lo que consideraba propio. Así, en mayo de 1902 se firmaba los Tratados de Equivalencia Naval, y de Paz y Amistad.

Sostiene Robert Burr en “By Reason or Force” que las el conflicto de fondo no era realmente la frontera, sino la definición de las zonas de influencia. Argentina se comprometió a no interferir en asuntos del Pacífico, Chile no intervendría en el Atlántico.

Conclusión

Indica Barros Van Buren que, frente al peligro de una guerra contra todos sus vecinos, la población chilena se había galvanizado completamente para ir al combate. Pero Errázuriz Echaurren comprendió que el problema no sería ganar la guerra, sino mantener una futura paz. La demografía y la geografía estaban, en el largo plazo, en contra de Chile.

Errázuriz encontró un camino intermedio y cuasi paradójico: amenazó con la guerra si no se aceptaba dejar la decisión en manos de un tercero. Argentina, al darse cuenta de que Chile tenía la ventaja militar, cedió.

La lección es clara: Se debe pensar lo que sucederá después de una guerra. Y aún más importante, la diplomacia no tiene valor alguno si no hay fuerza militar detrás que la respalde.


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Bibliografía

  1. [Volver] Desde ese entonces más detalles han salido a la luz, pero no le hice correcciones para mantener la integridad del artículo. https://x.com/HoplitaPluma/status/1937882147987046899
  2. [Volver] https://plumahoplita.com/2025/03/14/que-desato-la-guerra-del-pacifico/
  3. [Volver] Barros Van Buren, Mario, 1970, ‘Historia Diplomática de Chile 1541-1938’, Ediciones Ariel, Barcelona, p. 522.
  4. [Volver] Ibíd., p. 529.
  5. [Volver] Ibíd., p. 561.
  6. [Volver] Ibíd., p. 528.
  7. [Volver] Ibíd., p. 529.
  8. [Volver] Ibíd., p. 527.
  9. [Volver] Eyzaguirre, Jaime, 1957, ‘Chile durante el Gobierno de Errázuriz Echaurren 1896 – 1901’, Zig-Zag, p.209.
  10. [Volver] Barros Van Buren, op. cit., p.528.
  11. [Volver] Según la Memoria del Ministerio de Guerra argentino al Parlamento, año 1898-1899, las maniobras de Uspallata fueron llevadas a cabo sin incidentes. Sería interesente revisar la prensa argentina de tal periodo para contrastar fuentes.

Fuente foto Portada: https://www.wikiwand.com/es/articles/Esmeralda_%281884%29


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